Terminología
El
anglicismo
bisexual o
bi alude a un individuo masculino o femenino que se identifica con la bisexualidad.
Esta definición genera discrepancias a la hora que diferenciar los conceptos de
bisexualidad y pansexualidad. Si se define la bisexualidad como la orientación
sexual y romántica solo hacia las personas de género masculino y femenino, la
pansexualidad es, por tanto, una orientación sexual más amplia. Sin embargo, si
se define la bisexualidad como la orientación sexual y romántica hacia
cualquier género, incluidos los géneros no binarios, la pansexualidad puede
utilizarse como un sinónimo de la bisexualidad. Actualmente, no existe un
consenso claro entre ambas definiciones.
Definiciones
Orientación,
identidad y comportamiento sexuales
Artículos
principales: Orientación sexual, Identidad sexual y Comportamiento sexual
humano.
La
bisexualidad es la atracción romántica o sexual tanto hacia hombres como hacia
mujeres. La Asociación Estadounidense de Psicología declara que «la orientación
sexual se ubica a lo largo de un continuo. En otras palabras, alguien no tiene
que ser exclusivamente homosexual o heterosexual, pero puede sentir diferentes
grados de ambos. La orientación sexual se desarrolla a lo largo de la vida
personal, personas diferentes se dan cuenta en diferentes momentos de su vida
que son heterosexuales, bisexuales u homosexuales
La
atracción, el comportamiento y la identidad sexuales pueden ser incongruentes,
ya que la atracción o conducta sexual no se corresponde necesariamente con la
identidad. Algunos individuos se identifican como heterosexuales, homosexuales,
bisexuales sin haber tenido ninguna experiencia sexual. Otros han tenido
experiencias homosexuales, pero no se consideran gais, lesbianas, bisexuales.
Del mismo modo, personas que se identifican como homosexuales ocasionalmente
pueden relacionarse sexualmente con miembros del sexo opuesto, pero no se
identifican como bisexuales. Los términos queer, polisexual omnisexual, heteroflexible, homoflexible,
bicurioso, hombres que tienen sexo con hombres y mujeres que tienen sexo con
mujeres también pueden usarse para describir la identidad sexual o para
identificar el comportamiento sexual.
La
activista bisexual Robyn Ochs define la bisexualidad como «el potencial de
sentir atracción —de forma romántica o sexual— por gente de más de un sexo o
género, no necesariamente al mismo tiempo, no necesariamente en la misma forma
y no necesariamente en el mismo grado».
De acuerdo
con Rosario, Schrimshaw, Hunter, Braun (2006):
...el
desarrollo de la identidad sexual lesbia, gay o bisexual (LGB) es un proceso
complejo y a menudo difícil. A diferencia de otros grupos minoritarios (por
ejemplo, las minorías étnicas y raciales), la mayoría de los individuos LGBT no
son criadas en una comunidad con personas similares de las que puedan aprender
sobre su identidad, que refuercen y apoyen esa identidad. Más bien, las
personas LGBT a menudo crecen en comunidades que son ignorantes o abiertamente
hostiles hacia la homosexualidad.
También se
ha estudiado la bisexualidad como una identidad transitoria. En un estudio
longitudinal sobre el desarrollo de la identidad sexual entre jóvenes
lesbianas, gais y bisexuales (LGB) de Rosario et al. estipularon que:
"Encontramos prueba de consistencia considerable y cambio en la identidad
sexual LGB a lo largo del tiempo". Los jóvenes que se habían identificado
como gay/lesbiana o bisexual antes de un punto de referencia, se identificaron
gay/lesbiana aproximadamente tres veces más que bisexual en evaluaciones
posteriores. De los jóvenes que se habían identificado solo como bisexuales en
evaluaciones anteriores, el 60-70 % siguió identificándose de este modo,
mientras que aproximadamente el 30-40 % asumió una identidad gay/lesbiana con
el tiempo. Rosario et al. sugieren que "aunque hubo jóvenes que
consistentemente se autoidentificaban como bisexuales a través del estudio,
para otros jóvenes una identidad bisexual sirvió como una identidad de
transición para una identidad gay/lesbiana posterior". En contraste, un
estudio longitudinal realizado por Lisa M. Diamond, que seguía a mujeres que se
identificaban como lesbianas, bisexuales o sin etiqueta, encontró que
"eran más las mujeres que adoptaron una identidad bisexual/sin etiqueta
que aquellas que las abandonaron" en un periodo de 10 años. El estudio
también encontró que las "mujeres bisexuales/sin etiqueta tenían una
distribución general estable de atracciones del mismo sexo/otro sexo"
Diamond estudió igualmente la bisexualidad masculina en una investigación por
encuesta. Notó que "casi la misma cantidad de hombres cambiaron en algún
punto una identidad gay a una bisexual, queer o sin etiqueta que los que
cambiaron de una identidad bisexual a una gay".
Al igual
que otras personas LGBT, los bisexuales a menudo se enfrentan con la
discriminación. Esta discriminación se suele confundir con aquella asociada con
la homofobia; en realidad, la gente bisexual se enfrenta a violencias
específicas alrededor de la palabra bisexual y de la propia identidad
bisexual.La creencia de que la bisexualidad no existe está muy generalizada y
procede de dos puntos de vista. En el punto de vista heterosexista, donde se
supone que las personas son atraídas exclusivamente por el sexo opuesto y se
considera que tan solo la heterosexualidad realmente existe. En la perspectiva
monosexista, se cree que una persona no puede ser bisexual a menos que esté
igualmente atraída sexualmente por ambos sexos. Desde este punto de vista la
gente es o bien totalmente homosexual (gay/lesbiana) o exclusivamente
heterosexual; el homosexual de clóset desea aparentar ser heterosexual o hay
heterosexuales que experimentan con su sexualidad.
La creencia
de que alguien no puede ser bisexual, a menos de que esté igualmente atraído a
ambos sexos, es una afirmación que es discutida por varios investigadores,
quienes afirman que la bisexualidad ―como la sexualidad en general― se debe
entender como un continuo homosexual-heterosexual. En 2005, los investigadores
Gerulf Rieger, Meredith L. Chivers y J. Michael Bailey usaron la pletismografía
peneana para medir la excitación de hombres bisexuales a la pornografía que involucra
solo a los hombres y la pornografía que involucra solo a mujeres. Los
participantes fueron reclutados a través de anuncios en revistas orientadas a
gais y periódicos alternativos. Encontraron que los hombres bisexuales
autoidentificados mostraban patrones de excitación genital similar a hombres
homosexuales y heterosexuales. Los autores concluyeron que "en términos de
comportamiento e identidad, existen claramente hombres bisexuales, pero que la
bisexualidad masculina no había demostrado existir con respecto a la excitación
o a la atracción".La afirmación de Bailey de que "para los hombres la
excitación es igual a la orientación" fue criticada por el Fairness and
Accuracy in Reporting (FAIR) como una simplificación que se niega a tomar en
cuenta el comportamiento y la autoidentificación. Además algunos investigadores
sostienen que la técnica utilizada en el estudio para medir la excitación
genital es demasiado cruda para captar todo lo que constituye la atracción
sexual en toda su profundidad (sensaciones eróticas, cariño, admiración). El
grupo National Gay and Lesbian Task Force llamó al estudio y la cobertura que
dio The New York Times deficiente y bifobico.
El
Instituto Estadounidense de la Bisexualidad declaró que el estudio de Bailey
fue mal interpretado y mal informado tanto por The New York Times como por sus
críticos. En 2011, Bailey y otros investigadores encontraron que, entre los
hombres con un historial de varias relaciones románticas y sexuales con
miembros de ambos sexos, se presentaban indistintamente altos niveles de
excitación sexual en respuesta a las imágenes sexuales masculinas y femeninas.
Los sujetos fueron reclutados de un grupo en la página de Craigslist, en donde
hombres buscan la intimidad con ambos miembros de una pareja heterosexual. Los
autores señalaron que este cambio en la estrategia de reclutamiento fue una
diferencia importante, pero que esta no podía haber sido una muestra
representativa de hombres bisexuales. Estos llegaron a la conclusión de que
"sí existen hombres autoidentificados como bisexuales con patrones de
excitación bisexuales", pero no pudieron identificar si este patrón se da
en la mayoría de los hombres bisexuales.
Orientación
sexual
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La
orientación sexual es el tipo de atracción sexual que una persona siente según
el sexo y género de la persona o personas por las que se siente atraída,así
como los patrones de atracción que la caracterizan. Inicialmente el concepto de
«orientación sexual» respondía a la pregunta sobre «quienes» son las personas
(de qué sexo y género) por las que un persona determinada se ve atraída
(homosexual, bisexual, heterosexual, asexual, pansexual, orientaciones
flexibles), pero más recientemente algunos especialistas han extendido el
concepto de orientación sexual a otros factores de atracción, como las
diferencias de edad, las prácticas BDSM/kinky, las modalidades queer, etc .
Constituye uno de los tres elementos de la identidad sexual, junto a la
identidad de género y el rol de género. Según la Asociación Estadounidense de
Psicología, la orientación sexual deriva entre un continuo marcado por dos
extremos, la atracción exclusiva por otro sexo, y la atracción exclusiva hacia
individuos del mismo sexo; por ello, para su estudio, se consideran cuatro categorías:
la heterosexualidad, la homosexualidad, la bisexualidad y la asexualidad.Según
la Asociación Estadounidense de Psicología «una persona puede verse atraída por
hombres, mujeres, ambos, ninguno, o por personas de género queer, andróginas, o
tener otras identidades de género. Los individuos pueden identificarse como
lesbiana, gay, heterosexual, bisexual, queer, pansexual, o asexual, entre
otras». La preferencia sexual sugiere un grado de elección que determina la
vida sexual de una persona al establecer un género como objeto de deseo, por lo
que es incorrecto utilizar el término para referirse a la orientación sexual de
una persona.La concordancia o discordancia se refiere a la relación o similitud
entre preferencia sexual y orientación sexual. La concordancia refiere personas
con preferencias sexuales que coinciden con su orientación sexual (un varón
declarado homosexual que sostiene relaciones sexuales con personas del género
masculino), mientras que la discordancia hace referencia a la diferencia entre
la preferencia sexual y la orientación sexual (una mujer declarada heterosexual
que siente atracción sexual a personas del género femenino, que sostiene
relaciones sexuales con personas del género masculino y que prefiere ser
llamada heterosexual).
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